Introducción
El tratamiento de las enfermedades de los peces es un tema lleno de dificultades y malentendidos. Esto es en parte debido a la necesidad de simplificar en exceso un tema complejo.
Con toda probabilidad existen tantos peces muertos, directa o indirectamente, por «medicamentos» que supuestamente deben curarlos. Esto sería totalmente inaceptable con cualquier otro animal de compañía. Sólo imaginar el alboroto si los gatos y perros murieran de forma rutinaria como resultado del tratamiento de alguna dolencia (aparentemente) de poca importancia.
Problemas en el diagnóstico de una enfermedad
Es evidente que la razón principal de que a otros animales tengan mejor suerte en cuanto a sus padecimientos, es que por son tratados por profesionales capacitados, es decir, los veterinarios, mientras que los peces, por lo general, son tratados por sus dueños. En términos generales, hay tres motivos por lo que los tratamientos a menudo fallan:
1. Diagnóstico inexacto: Un diagnóstico inexacto (o adivinar) en cuanto a la naturaleza del problema resulta en un tratamiento erróneo. Esto es a menudo la situación en que para diagnosticar se utiliza, se realiza una conjetura basada únicamente en los signos clínicos en lugar de un examen y una sucesión de diferentes tratamientos que se aplican con la esperanza de que uno de ellos vaya a funcionar. A menudo esto puede agravar la condición existente. Esto realmente es «matar o curar», por desgracia con demasiada frecuencia el resultado es la muerte. Un diagnóstico preciso es fundamental para que los problemas de salud puedan ser tratados de manera eficaz.
2. Tratamiento incorrecto: Puede que sea un diagnostico preciso sin embargo el tratamiento elegido es incorrecto. Un tratamiento puede ser incorrecto para una gran variedad de razones. En algunos casos los gérmenes o bacterias, protozoarios, helmintos, hongos y demás agentes patógenos son resistentes a un tratamiento particular. No es inusual que un tratamiento que funciona en un estanque sea menos eficaz contra el mismo parásito en otro estanque. En tal situación se debe usar el tratamiento adecuado diseñado para cada caso.
3. Variación de parámetros: Otro problema común que afecta el tratamiento de una enfermedad son las variaciones en la química del agua. En estas situaciones, los parámetros del agua tales como la dureza, el pH o la carga orgánica puede interferir con la acción del tratamiento, haciéndolo ineficaz. También hay situaciones, en particular como graves infestaciones de parásitos, donde, debido a las reacciones del huésped a su presencia, los parásitos se encuentran protegidos por el exceso de moco.
4. Sobredosis: Esto suele deberse a un error en el cálculo de las dosis ingresadas al acuario o por la alteración del tratamiento que está siendo afectado por las condiciones del agua como el pH y dureza.
Tipos de tratamientos
Podemos dividir los tratamientos típicos en dos tipos:
a) Primero están los medicamentos que se han formulado específicamente para combatir patógenos conocidos. Estos incluyen antibióticos y otros tipos de medicamentos veterinarios y medicamentos especializados que tienden a centrarse en el organismo causante de enfermedades y si bien puede haber algunos efectos secundarios es poco probable que perjudiquen al paciente si se aplica la dosis correcta.
b) La otra clase de tratamiento (y los más propensos a ser utilizados por los aficionados) no son medicamentos específicos, son los medicamentos que «curan todo». Su acción es generalmente mucho menos discriminante. Suelen ser tóxicos para todas las formas de vida en dosis relativamente bajas. La dosis eficaz es aquella que es lo suficientemente alta para matar a los organismos más pequeños, como los parásitos, pero no lo suficientemente alta como para matar a los animales más grandes como los peces, aun así, el margen de seguridad es normalmente bueno. Es importante para los aficionados tener en cuenta que la mayoría de los medicamentos, incluidos los más comunes, no deben ser utilizados de manera indiscriminada y sin darles la importancia debida.
c) Otra consideración son las variaciones en la química del agua. La mayoría de los productos químicos, con la excepción de la sal, se ven afectados en cierta medida por las diferencias en la dureza del agua, el pH y la temperatura.
Muchos productos químicos también reaccionan con diluciones y partículas de materia orgánica como residuos de pescado, algas y detritus, lo que afecta o reduce su eficacia.
Los tres pasos más importantes para tratar a un pez son:
1) Una diagnosis precisa.
2) Un cálculo de la dosis correcta.
3) Un examen de seguimiento para supervisar la eficacia del tratamiento.
Aspectos importantes al aplicar los tratamientos
• Asegúrese de que el agua está bien oxigenada, como muchos tratamientos pueden eliminar el oxígeno del agua. Esto es particularmente importante con los tratamientos a base de formol.
• Apague las luces UV como la radiación ultravioleta puede degradar o afectar a la química del agua así como las reacciones que se puedan dar.
• Considere si es necesario pasar por el sistema de filtrado el medicamento, para no afectar a la colonia bacteriana del filtro. Esto a su vez podría dar lugar a una pérdida de calidad del agua, que no haría más que empeorar la situación.
• Mantener una estrecha vigilancia sobre los peces que están bajo tratamiento ya que incluso en las dosis correctas algunos pueden reaccionar mal. Estar siempre dispuestos a poner fin a un tratamiento en esas circunstancias. Se debe considerar la situación de suspender y retirar el tratamiento rápidamente si es necesario.
• Muchos tratamientos se degradan en la luz solar intensa, en particular, el permanganato de potasio.
• Considere la posibilidad de compensación ya que el tanque puede desestabilizarse por los tratamientos.
Autor: Francisco Javier Fernandez Ramirez
Redactor: Francisco Gutiérrez Franco