Guianacara está compuesto por el prefijo Guiana, por las Guyanas y por el sufijo acara = acará, nombre tupí guaraní con el que genéricamente se denominan a los cíclidos.
Nombres comunes
No tiene en castellano, posee numerosas denominaciones locales, algunas de ellas son «Agudédé», «Aweif», «Ooroe weifi»… en francés se le conoce como «Acara à selle».
Distribución
En los ríos Marowijne, Suriname, Saramacca, y en el Coppename en Surinam y en la cuenca del río Marowijne en la Guyana Francesa.
Convive simpatricamente con G. oelemariensis en el río Oelemari en Surinam, según consta en Fishbase (Ref. 26372).
Foto:
Hábitat
Variado, habita tanto en aguas calmas y soleadas como así también en zonas de cascadas.
Parámetros del agua
pH entre 6.0 y 7.0, dureza total entre 4ºdGH y 8°dGH.
Temperatura
Entre 22 ºC y 27 ºC.
Morfología
Comprimido lateralmente le distingue su cabeza redondeada que le permite remover el sustrato desde casi cualquier posición, su boca es relativamente pequeña y con disposición inferior, siendo su aleta caudal truncada.
Foto:
Coloración
Color base beige a gris claro, destacan las dos líneas verticales negras (en modo estrés podremos observar más aunque menos intensas y con menor longitud), la primera más fina y curvada hacia la boca, se inicia en los primeros radios de la aleta dorsal y pasa a la altura de los ojos y es casi siempre visible, la segunda (tercera en modo estrés) no es siempre visible, es más ancha, casi recta y “parte” su cuerpo por la mitad, ésta pasa por la marca medio-lateral ovalada que sobresale en el ancho con respecto a la línea vertical. Dicha marca G. owroewefi la tiene sobre y debajo de la línea lateral a diferencia de G. sphenozona que la tiene sobre y por encima de ésta.
Asimismo destacan las filas horizontales de escamas con destellos dorados; G. owroewefi posee las tres primeras membranas de la aleta dorsal en color negro.
Tamaño
Los machos pueden llegar a los 15 cm T.L. en tanto que las hembras no sobrepasan los 13 cm T.L. (largo total).
Foto:
Comportamiento
Son gregarios por naturaleza y pacíficos aunque como ocurre con todos los cíclidos su territorialidad se incrementa en la época de celo. Pueden cohabitar con Corydoras spp., Ancistrus spp., carácidos de tamaño medio, cíclidos enanos, peces hacha, etc.
Mantenimiento
A partir de 250 litros para mantener a cuatro o cinco ejemplares jóvenes preferentemente conformados por un macho y varias hembras, si mantenemos a esta misma cantidad de Guianacaras a la edad adulta necesitaremos un tanque de unos 400 litros, en tanto que si el macho se empareja y decidimos separarlos, bastará con un tanque de 120 litros.
Forman parte de los populares “cometierra”, por ende necesitan un sustrato conformado por arena de río o cantos rodados de pequeña granulometría -siendo mejor la primera opción- además dispondremos de cuevas conformadas por piedras ya que en su interior es donde realizarán las puestas, sus respectivas aberturas han de ser ajustadas al cuerpo de la hembra para que sean aceptadas.
Si nos gustan los acuarios plantados tendremos que escoger especies robustas y rodear los tallos de pequeñas piedras, para evitar así que sean desplantadas cuando busquen alimento al remover el sustrato.
Foto:
Alimentación
Consta fundamentalmente de pequeños invertebrados y restos vegetales que capturan al remover el sustrato (la forma de su cabeza delata su alta especialización en la materia); en el acuario aceptarán gusanos grindal, artemia, papilla, espirulina y alimento seco (hidratarlo previamente). Como se puede apreciar necesitan tanto de proteínas como de aportes vegetales.
Diferencias sexuales
Aparte del tamaño, en época de reproducción se distinguirán los órganos reproductores respectivos: el de la hembra es más redondeado y dirigido hacia delante, en tanto que el del macho finaliza en punta y está dirigido hacia atrás.
Reproducción
El desove se realizará sobre el sustrato pero en el interior de una cueva y suelen realizar unas tres o cuatro puestas anuales. Las mismas pueden constar de más de 200 huevos.
El macho defenderá la zona circundante a la puesta en tanto que la hembra buscará la alimentación para los alevines, estos cuidados por parte de la pareja pueden llegar hasta que los alevines tengan tres meses de vida, aunque por lo general se recomienda separar a las crías cuando éstas cuenten con ocho semanas.
Los alevines tendrán que ser alimentados a base de nauplios recién eclosionados de artemia salina, cuando finalmente ya se conviertas en jóvenes ejemplares, preferirán las zonas rocosas del acuario ya que en ellas encuentran refugios donde se sentirán más seguros.